Un docente innovador es aquel que intenta introducir en clase metodologías y formas de trabajar distintas a lo que se hace habitualmente y, claramente, es posible llevar a cabo estos cambios en las didácticas de lenguas en la educación secundaria.
El profesor innovador intenta romper esquemas. Quiere que los alumnos sean los protagonistas del proceso de enseñanza-aprendizaje, que participen más en clase, que ganen libertad, autonomía personal y lleguen a ser conscientes de la importancia de trabajar en grupo. También se busca mejorar la relación de los alumnos, no solo con los compañeros de su propio curso, sino también con alumnado de otras aulas u otros niveles educativos, por ejemplo, mediante proyectos interdisciplinares.
El docente tiene que estar en cambio constante, evolucionando y adaptándose al paso del tiempo y a los cambios que estos provocan en la sociedad. Pero no depende únicamente de que el profesor quiera innovar, también es necesario saber con qué recursos, tanto humanos como materiales o espaciales, contamos para llevar a cabo este proceso.
Para introducir estas innovaciones en el aula el docente puede hacer uso de los miles de recursos que nos aportan las nuevas tecnologías y las redes sociales, pero también se puede hacer uso de otros tipos de materiales como películas, canciones, libros, series, noticias reales, juegos, etc., es decir, recursos que gusten, llamen la atención de los alumnos y los motiven.
Por ejemplo, en el caso concreto de la didáctica de lengua española podemos introducir innovaciones muy diversas mediante juegos donde tratemos conceptos vistos en clase (un rosco de palabras, crucigramas o sopas de letras), la creación de un blog, una revista o un periódico, la adaptación de una obra literaria a un vídeo animado, la puesta en escena de un texto teatral, etc.
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